Los abonos verdes son cultivos que se siembran para incorporarlos al suelo y aumentar la calidad, fertilidad y estructura de este. Algunas plantas, principalmente las legumbres, tienen la capacidad de captar el nitrógeno atmosférico y fijarlo en sus raíces, convirtiéndolo en nitrógeno aprovechable para los cultivos que posteriormente se establezcan.
“La incorporación de los restos vegetales, preferentemente en etapas de pre-floración y/o floración, constituye un gran aporte de materia orgánica en forma natural, porque además aumenta la cantidad de microorganismos al suelo y mejorar su fertilidad”, explicó la extensionista de INIA La Platina, Fabiola Sepúlveda, quien se especializó en temáticas agro sustentables para apoyar a los agricultores.
Fuente: INIA