La biofumigación es una técnica amigable con el medio ambiente que se usa para la desinfección de suelos agrícolas. Para desarrollarla se utiliza materia orgánica en estado fresco, la cual se debe cubrir con plástico, ya que al producirse su descomposición se generan gases que ayudarán al control de patógenos del suelo.
Al respecto, la extensionista de INIA La Platina, Fabiola Sepúlveda, especificó que la biofumigación es una práctica efectiva para el control de patógenos de suelo, además entrega otros beneficios, como la reutilización de residuos agrícolas, mejora el suelo y tiene un bajo costo en relación a otras alternativas.
“Es muy importante tener en cuenta que ninguna alternativa por si sola será efectiva, por ello es fundamental poner en práctica el manejo integrado, incorporando técnicas de rotación de cultivos, incorporación de materia orgánica al suelo, utilización de injertos, entre otras”, destacó.
Fuente: INIA