En la propagación de vides, una de las mayores dificultades iniciales se produce debido a la elección del sustrato. Si bien la vid es uno de los cultivos más adaptables a condiciones adversas de suelo, la presencia de algunas plagas, en conjunto o no, a inóculo de enfermedades de madera favorecen el decaimiento y mortalidad temprana de plantas a nivel de vivero o durante los primeros años del desarrollo.
Entre los ataques de plagas de suelo más frecuentes se encuentran los de larvas de burrito de la vid (Naupactus xanthographus Germar), el cual corresponde a un insecto nativo, de carácter cuarentenario, cuyo ciclo de desarrollo larvario se prolonga a lo largo de unos catorce meses. Cuando son adultos, emergen desde el suelo entre septiembre y enero. En alta presión de ataque, esta plaga es capaz de producir la mortalidad de plantas jóvenes, debido a que las larvas se alimentan de raíces y los adultos del follaje. Por otro lado, las heridas dejadas en raíces permiten el ingreso de enfermedades de madera, por lo que su control debe prevenirse o controlarse desde los inicios del cultivo.
En ese contexto, durante la temporada 2019/20 se realizaron ensayos del efecto de distintos tipos de sustratos. Se realizaron las primeras evaluaciones de los efectos de la tecnología “PlantBag®”, en la propagación de vides variedad Sheegene 12 (Krissy™) sobre portainjerto Freedom. El estudio fue orientado a conocer cómo contribuye esta herramienta a afrontar las dificultades propias del bajo vigor en dicha variedad y las condiciones adversas por ataque de larvas de suelo.
PlantBag® es un sustrato mejorado que se basa en la tecnología Organic rootpower, el cual corresponde a una mezcla orgánica más el hongo formador de micorrizas (Glomus iranicum var. Tenuihypharum), que incrementa el poder de enraizamiento, reduciendo el tiempo de colonización del suelo y aumentando el tamaño de las raíces. El formato de presentación es en sacos para plantación directa; cuyas características, según plantea la empresa Symborg S.L., permitirían incrementar el poder de enraizamiento, reduciendo en consecuencia el tiempo de colonización del suelo y apoyando a la planta a realizar este proceso de manera más eficiente, lo que le permitía compensar problemas nutricionales u algunos otros al inicio de la plantación. La variedad Sheegene 12 (Krissy™) corresponde a una variedad roja apirena de media temporada, de bajo vigor, con alto nivel de sensibilidad a agentes bióticos (como el ataque de plagas) que afecten su desarrollo.
METODOLOGÍA
El estudio se condujo en la localidad de Requinoa, Región de O’Higgins. Durante la primavera del 2019, diez plantas variedad Sheegene 12 de un año fueron establecidas en PlantBag® (Tratamiento A), mientras que diez plantas de iguales características fueron trabajadas con sustrato convencional (Tratamiento B) y dispuestas en contenedores (bolsas) de 25 litros de capacidad.
El tratamiento B se preparó en seco, utili zando un tambor mixer automático, y estuvo compuesto por una mezcla de fibra de coco de origen brasileño, turba rubia de origen canadiense y compost Clase A. Al inicio del ensayo, las plantas poseían raíces de 10 cm de largo y un diámetro exploratorio de 8 cm, en promedio. Cada planta fue considerada una unidad experimental, que recibió, de manera controlada, dos larvas de segundo estadío de desarrollo de N. xanthographus.
Tanto los manejos de riego como de fertilización se realizaron de manera estándar, y no se realizó ningún tipo de aplicación de insecticida en los tratamientos, a fin de que la infestación de larvas de suelo se estableciera siguiendo el ciclo esperado naturalmente. El agua utilizada para riego tenía un pH de 7,14 y conductividad eléctrica de 0,3 dS/m.
Siguiendo la metodología desarrollada por Salas (2007), en marzo de 2020, se evaluaron los siguientes parámetros: mortalidad de plantas; largo de brote; peso fresco y seco del sistema radical; superficie radical; diámetro de brote a los 10 cm de la base; peso fresco y seco de la parte aérea.
Los valores obtenidos para cada variable fueron comparados utilizando t-test.
RESULTADOS
Todos los ejemplares de N. xanthographus, que fueron incorporados de manera artificial, continuaron su ciclo de desarrollo normalmente, generando daños en raíces de las vides en ambos tratamientos. Frente a esta condición, el mayor desarrollo radicular (en superficie explorada; peso fresco y seco de raíces) correspondió al uso de PlantBag®, como se resume en el Cuadro 1.
En cuanto al desarrollo del brote, sólo se denotaron diferencias en el diámetro y peso, no así en el largo (Cuadro 2). La mortalidad de plantas debido a la muerte total de raíces a consecuencia del hábito de alimentación de larvas de la plaga infestada se mantuvo similar en ambos tratamientos (10%).
Si bien las vides se cultivan en una amplia variedad de suelos (desde muy arenosos hasta arcillosos), es conocido que se producen y se desarrollan mejor en suelos fértiles y profundos, que permiten el desarrollo radicular de 3 metros o más. Por lo que, en ambos tratamientos, se enfrentarán condiciones que podrían ser limitantes al momento de su plantación. Los suelos muy arcillosos o poco profundos, mal drenados o con alta salinidad, no son apropiados para una buena producción por tener poca disponibilidad de nutrientes; sin embargo, debido a que la profundidad de raíces juega un rol fundamental en la absorción de nutrientes desde el suelo, al menos, hasta el término de estas mediciones, aquellas plantas formadas en el sustrato PlantBag®, se encontraban en una condición más competitiva incluso frente al ataque de una plaga limitante.
Futuras mediciones establecerán si estas ventajas persisten en el tiempo; sin embargo, para fines de lo estudiado, la compensación en el desarrollo de las plantas atacadas por N. xanthographus resulta eficiente bajo el empleo de un sustrato mejorado y estandarizado, como el comprendido en las bolsas PlantBag®.
Fuente: MundoAgro