“Pese a que el coronavirus generó la suspensión de las actividades en terreno, el avance hasta el momento del proyecto denominado Transferencia de Capacitación, Diseño, Mantención y Evaluación de Sistema de Riego ha sido satisfactorio y de mucha utilidad, frente al escenario de escasez hídrica que viven 24 comunas de región Metropolitana decretadas zona de emergencia agrícola”. Así lo indicó el especialista en riego de INIA La Platina, Alejandro Antúnez, quien hace años trabaja para mejorar la eficiencia del uso del agua en los predios agrícolas de la zona central de Chile.
Actualmente, el investigador de INIA La Platina junto a un equipo multidisciplinario de profesionales está desarrollando un proyecto en la región Metropolitana que cuenta con el respaldo del Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional. La iniciativa busca apoyar a las familias, productores agrícolas y campesinos afectados por la falta del recurso hídrico, con el objeto de mitigar la situación que enfrentan.
“En los últimos años ha existido un apoyo muy importante para que los pequeños productores tecnifiquen, a través del riego localizado fundamentalmente, sin embargo, uno de los problemas que encontramos es que muchos de estos sistemas que fueron bonificados por el Estado empiezan a tener algunos problemas por uso, manejo y mantención del mismo. Entonces, éstos tienen el riesgo de caer en el abandono. Por eso se trató de identificar cuáles son esos problemas, caso a caso, mostrárselo a los agricultores para que conozcan el diagnóstico de su sistema de riego y, sobre eso, trabajar en las posibles mejoras que puedan tener, sobre todo ante la sequía que arrastramos hace años”, explicó Antúnez.
Al respecto, el especialista en riego señaló que, para corregir ese escenario, el trabajo comenzó con el diagnóstico de 100 sistemas de riego de pequeños agricultores y, a partir de eso, se levantaron las brechas que ellos tienen para operar de una manera óptima. Luego, sobre esas brechas identificadas, se realizó un programa de capacitación dirigido a los usuarios y también a extensionistas, profesionales que realizan de manera directa la transferencia tecnológica, para que ambos puedan superarlas.
Otro aspecto interesante de la iniciativa, agregó, es que “en cada uno de los 4 grupos que formamos hay una unidad de validación, en la que se seleccionó un agricultor líder y se propusieron mejoras para el grupo completo. Por ejemplo: un cabezal de riego que no esté operando correctamente, lo mejoramos y demostramos dentro del grupo cómo es una solución factible para el resto, de modo que puedan replicar. Pero, además, tenemos un módulo demostrativo que está siendo instalado en el Campo Experimental INIA Los Tilos, ubicado en Buin y que es dependiente de INIA La Platina, donde mostraremos la última tecnología de riego para hortalizas. Esto es muy importante, sobre todo considerando que la región Metropolitana es principal zona productora de hortalizas de Chile, donde también se concentra gran cantidad de pequeños productores que entregan sus alimentos a una ciudad que tiene alrededor de 7 millones de habitantes”, indicó.
Fuente: INIA