Chile se encuentra dentro de los 18 países con mayor riesgo hídrico a nivel mundial. De acuerdo con Rodrigo Faúndez, miembro del Movimiento de Defensa por el acceso al Agua, la Tierra y la protección del medio ambiente (Modatima), «esto nos afectará sin dudas».
El experto también afirma que “un problema clave es que la Dirección de Aguas ha entregado más derechos de agua de los que realmente hay disponibles en las cuencas”.
De acuerdo con cifras de Modatima, a nivel nacional, el principal sector demandante de agua es el agrícola (irrigación), que consume más del 77%, seguido de la industria (9,1%), minería (7%) y agua potable y saneamiento (urbano y rural, con 5,9%).
En 2018, un reporte de la Fundación Chile, señaló que el 76% de la superficie del país está afectada por la sequía, la desertificación y el suelo degradado y han causado que comunidades como Petorca o Putaendo se hayan perdido ya más de 5 mil animales.
Si continúa la tendencia actual, para el año 2050, el agua disponible en Chile se reducirá en un tercio en algunas regiones lo que extenderá los periodos de riego que se aplican hoy y se reducirán los cultivos más intensivos en agua, especialmente aquellos sin acceso a mejoras tecnológicas, así lo explicó al diario El Mostrador el director del laboratorio PROMMRA del Departamento de Agronomía de la Universidad de La Serena, Pablo Álvarez.
Además precisó que es indispensable iniciar «una nueva forma de pensar el territorio», ya que a pesar de los avances tecnológicos, estos no logran «mantener lo que tenemos».
«Esta sequía, al limitar la disponibilidad de un recurso, ha acentuado y visibilizado un conflicto por su acceso, que ha derivado en un debate sobrederechos y propiedad», explica Raúl Cordero, académico de la Universidad de Santiago, para quien ya se puede hablar de una «microguerra del agua”.
Si bien todas las regiones del mundo han sido afectadas por la sequía, lo que señala Cordero es que no es frecuente que se extiende por más de una década como ha pasado en Chile. «No es frecuente que se produzca una sequía tan larga, así que se trata de un evento excepcional”, señaló.
Cordero también adelanta que en el futuro aumentará significativamente la frecuencia de las sequías, “esto significa que tendremos probablemente más sequías como esta en el futuro y debemos adaptarnos a ese escenario”, que en eventualmente podría “acelerar el abandono del campo y son un impulso a la migración hacia las ciudades”, señaló al diario.
Sin lugar a dudas, este es un gran reto que enfrenta Chile. Adaptación, investigación y tecnología serán las claves para lograr salir de esta crisis que tanto ha afectado a varios sectores productivos.
Fuente: Mundo Agro