Nuevas generaciones traen nuevas costumbres, y nuevas costumbres hacen que distintas industrias disfruten beneficios. Este es el caso de los llamados foodies, la nueva palabra utilizada para describir a los amantes de la comida que comparten sus gustos en internet. Gracias a esta tendencia, una de las comidas que más se ha visto beneficiada es el aguacate.
La producción mundial de aguacates ha incrementado significativamente en los últimos años gracias a la revolución foodie. Con el crecimiento de la demanda, los grandes productores se han visto obligados a buscar tecnologías para mejorar la polinización, ya que, si bien existe una gran cantidad de flora, se estima que sólo un 2% de las flores se convierte en fruto.
Para mejorar la producción de los aguacates, el traslado de polen a través de insectos hace que se mejore e incremente la fecundación de las plantas. Esta medida aumenta la producción en un 96%. Debido a que solo un pequeño porcentaje de los árboles de aguacates dan fruto, los productores se han enfocado en los tipos de flores. Es decir, si el resultado es obtener una buena cosecha, un tipo de aguacate debe recibir polen de otra variedad de aguacate de otra flor.
Existen distintos tipos de aguacate: si se quiere plantar las más conocidas, como las hass de Chile (de tipo A), los productores creen que es mejor sembrarlas con un porcentaje de tipo B. Este proceso debe ser llevado a cabo en la misma plantación. Las características naturales de los dos tipos de aguacates hacen que la cantidad de autopolinización no sea proporcional a la necesaria. Por eso, es esencial que existan los dos tipos de flores combinando dos tipos de árboles además de que coincida su período de fecundación.
Nuevos estudios muestran que las flores con mayor almidón contribuyen a una producción más eficiente. Además, la polinización artificial ha permitido aumentar los niveles entre un 3 y 4%, pero este método no se ha masificado debido a sus grandes costos.
Algunas de las medidas tomadas por los científicos para aumentar la producción de aguacates incluyen el uso de distintos tipos de abejas, la instalación de nuevas colmenas y la búsqueda de nuevos polinizantes.
A pesar de que ciertas regiones en latinoamérica no tengan un clima ideal en el que se puedan desarrollar grandes cantidades de aguacates para ser exportadas, países como Perú y Chile se convirtieron en segundos y terceros exportadores mundiales in 2016.
La revolución foodie ha impulsado la demanda y la oferta del aguacate, obligando a los científicos a buscar nuevos métodos para proteger la producción. Puede la revolución foodie traernos más sorpresas que repercutirán en la producción de ciertos productos alimenticios?