En el aeropuerto de Nueva Delhi, en la India, cualquier chileno que aterriza encuentra una cara conocida. Mejor dicho, una botella.
De pisco Waqar para ser más precisos.
El destilado atravesó medio mundo, desde Tulahuén, en la precordillera del valle del Limarí, para pelearle un espacio al tequila y el vodka.
Las botellas de Waqar también están en algunos bares y restaurantes con orientación cosmopolita de la capital de la India. Como ex colonia del Reino Unido, los gustos de las clases más acomodadas están sintonizados con Londres, donde el pisco está ganando terreno.
-Recién estamos partiendo en la India y la categoría pisco es desconocida. No es fácil. Hay que promocionarla y la parte administrativa e impositiva es compleja en ese país. Sin embargo, el potencial es infinito -sostiene Norman Dabner, gerente general y socio de Waqar.
Por eso la noticia que llegó en enero desde la India fue un remezón para los socios de Waqar y para el resto de los pisqueros chilenos.
La Cámara de Apelaciones de Propiedad Intelectual de ese país le otorgó la indicación geográfica Pisco a Perú (ver recuadro). El caso se arrastraba desde 2005, con idas y venidas para ese país y Chile. En noviembre de 2018 se reactivó, los productores chilenos de pisco no tuvieron los recursos financieros para montar una defensa legal en esa instancia. Dos meses después se publicó la sentencia.
El pronunciamiento fue celebrado como una victoria por el gobierno de Lima.
En Chile, inició una reacción en cadena. Hasta ese momento el costo de la defensa en el extranjero corrió por parte de la Asociación de Productores de Pisco.
-En la última década hemos gastado cerca de 50 millones de pesos en defensa de nuestra denominación de origen en el extranjero frente a las acciones de Perú. Para un gremio como el nuestro es un monto muy relevante, que, además, no hemos podido utilizar en promoción y abrir mercados. Somos un grupo de privados enfrentados a la capacidad de un Estado, con presupuestos y embajadas. No conozco otro caso así en el mundo -afirma Francisco Hernández, presidente de la Asociación de Productores de Pisco.
En medio de una gira por el norte chico, justo después del fallo indio, el Presidente Sebastián Piñera se reunió con representantes de los pisqueros en La Serena y se comprometió a financiar el 50% del costo de la defensa en las nuevas etapas que se vienen en la India y también en Tailandia, en que Perú y Chile también están enfrentados por el reconocimiento del destilado.
-Más allá de que haya mercado para una botella o un millón de botellas. Lo relevante es que Chile debe defender su cultura. El pisco es parte de ella, no es un tema económico, sino que de respeto a su identidad e historia. Nosotros como inversionistas extranjeros creímos en la certeza jurídica de la denominación de origen pisco. Lo bueno de todo esto es que el gobierno chileno por fin se dio cuenta de que este es un tema de Estado -sostiene Charles de Bournet Marnier Lapostolle, gerente general de Casa Lapostolle y del pisco Kappa.
El intento en marzo del ministro de Agricultura Antonio Walker, de interceder con su par peruano, para avanzar en un reconocimiento del pisco como una denominación de origen tanto de Perú como Chile fue rechazado en Lima.
La tesis tradicional de Chile es que en el extranjero pueden convivir las dos denominaciones de origen, aunque dentro del territorio chileno solo se reconoce como pisco al destilado hecho de uvas viníferas en las regiones de Atacama y Coquimbo. Perú estima que solo se puede denominar pisco al destilado hecho en ese país.
El gobierno no se quedó de manos cruzadas. A comienzos de abril, Walker asistió a la presentación del proyecto del diputado Juan Manuel Fuenzalida que, entre otras medidas, estipula un control policial más estricto al ingreso de pisco de otros países. No falta ser experto en política internacional para entender la señal: por lejos Chile es el principal mercado para las exportaciones peruanas del destilado, que ingresa al país como aguardiente en la etiqueta.
Todo indica que 2019 será de alta tensión pisquera.
Perder por walk over
Pablo Lacoste asistió en marzo a un congreso de historiadores en Granada, España. En medio del viaje, al profesor del Instituto de Estudios Avanzados le llegó un mensaje urgente desde Santiago, el estudio de abogados Silva le pidió ir urgente a Tailandia. En ese país debía prestar testimonio en un juicio ante el Tribunal Central de Propiedad Intelectual.
Lacoste es autor del libro “El pisco nació en Chile”, lanzado hace un par de años. Uno de sus descubrimientos es el registro legal del primer documento que menciona la existencia de pisco en el valle de Elqui, en el inventario de la hacienda Latorre, fechado en 1733. El historiador explica que en la zona había un mercado importante compuesto por los trabajadores de la minería, incluso se llegó a exportar pisco a Potosí, en la actual Bolivia. En el norte chico, además, existía la tecnología. Coquimbo tenía una activa vida como centro metalúrgico, lo que posibilitó transformar el cobre en aparatos de destilación.
En 2007 representantes chilenos pidieron ante las autoridades tailandesas que se reconociera la indicación geográfica pisco para Chile. Perú, que un par de años antes había hecho lo mismo, cuando Chile ingresó la suya, presentó su oposición ante los encargados del registro. De ahí se inició un juicio que sigue hasta hoy.
-Estos trámites son muy largos y a veces permanecen inactivos por años. Son desgastantes -explica Claudio Escobar, gerente general de la Asociación de Productores de Pisco.
La asistencia de Pablo Lacoste marcó un hito en la defensa chilena. Tras el mal resultado en la India, la estrategia cambió. Históricamente los pisqueros nacionales pagaron la defensa de la denominación de origen pisco chilena en el extranjero. Cada vez que había que recurrir a un tribunal de propiedad intelectual se pedía apoyo financiero a los asociados, que en la actualidad son una quincena. En la India, los recursos no dieron para presentarse ante las autoridades. Los peruanos sí asistieron y defendieron sus argumentos. En términos deportivos, Chile perdió por walk over .
Con la promesa de financiamiento parcial del gobierno, la Dirección de Asuntos Económicos de la Cancillería, el Ministerio de Agricultura y los pisqueros acordaron con el Estudio Silva imitar en Tailandia la estrategia peruana de uso de abundantes pruebas y viaje de testigos.
Fuente: Revista del Campo