Alrededor de un tercio de los alimentos que se producen, son desperdiciados y nunca llegan a la mesa. Esto representa 1.3 mil millones de toneladas, aproximadamente 1 billón de dólares. En general, los productos desechados son aptos para el consumo humano, pero cuentan con detalles estéticos que dan la impresión que están pasados, por lo que se decide deshacerse de ellos.
La empresa Apeel tiene una solución que podría revertir ese efecto, ha desarrollado un recubrimiento comestible, incoloro, inodoro e insípido que logra que los alimentos duren dos o tres veces más.
La capa está hecha con pulpa, cáscaras y semillas de otras frutas y verduras (lípidos y glicerolípidos) que se hacen polvo, se mezclan con agua y luego se aplican mediante pulverización, inmersión o cepillado para finalmente dejarse a secar.
Con esta tecnología se promueven prácticas de cultivo más sostenibles, alimentos de mejor calidad y menos desperdicio. Este recubrimiento actúa como una barrera, que reduce la pérdida de agua y limita la exposición al aire, factores principales en el deterioro de los alimentos.
De acuerdo a su fundador y CEO James Rogers, En EE. UU., ya se han tratado 8 millones de paltas con el producto Apeel. En pruebas pilotos, minoristas y proveedores lograron reducir el desperdicio de alimentos en más del 50% gracias al recubrimiento, según cifras de la compañía.
El desafío
El gran desafío que tiene Apeel es lograr que los productores, comerciantes y consumidores acepten comer algo que ha sido tratado de esta manera, comenta Danielle Nierenberg, presidenta de Food Tank. El consumidor suele ser quisquillosos cuando se trata de innovaciones relacionadas con los alimentos. Apeel puede ayudar a los consumidores a sentirse más seguros de comprar frutas y verduras, sabiendo que es menos probable que se desperdicien.
Fuente: Mundo Agro