La intención de diversificar la matriz productiva de la región, va de la mano de iniciativas como la que se protagoniza en el predio “Buena Estrella, lote 2”, donde se siembra 590 plantas de palto, los cuales, según entendidos, figurarían como los “enraizados” más al sur del país, a lo que se suma 30 posturas de chirimoyo, de las que esperan sea posible cosechar fruta, desafiando el clima mediterráneo del Maule.
Alejandro Zuleta, especialista en producción de hortalizas como cultivo protegido, señaló que “no hay clima en Talca para producir paltos porque el invierno y el verano son muy rigurosos. La única posibilidad de hacer eso es modificar el clima”.
El especialista recalcó que, para modificar las temperaturas, esta plantación será cobijada en macrotúnenles de polietileno que variará la condición climática.
Pese a la aplicación de este refugio, las temperaturas seguirían siendo extremas para estos cultivos, según apreciaciones de Zuleta, quien sumó el uso de insumos tecnológicos con este propósito.
A esto se une el suministro de reguladores de crecimiento para mitigar el estrés al que se exponen dichas plantaciones, mediante el suministro de hormonas que estas no son capaces de sintetizar en condiciones ambientales normales, expuso el líder de opinión.
Hugo Cáceres, propietario del huerto de un cuarto de hectárea donde cobra vida esta iniciativa, destacó que la selección del palto y la chirimoya responde a un gusto personal, descartando la efectividad de experiencias científicas anteriores en la región con estas plantaciones.
Cáceres enfatizó que la idea comenzó a teorizarse durante el pasado invierno, procediendo a su plantación en enero pasado, quedando la instalación de los macrotúneles para finales de febrero, para luego ir agregándole los distintos insumos, fertilizantes y hormonas que requiere el cultivo.
Este agricultor asegura que “el objetivo final es que esto sea agronómicamente cultivable y económicamente viable”.
Ante la vigencia de tales iniciativas, Jorge Navarrete, presidente de la Junta de Adelanto del Maule, expresó que “el problema de la región es que sigue produciendo los mismos 600 productos desde 1969 y son las mismas 630 empresas que exportan, entonces estamos estancados y se requieren de nuevas iniciativas innovadoras”.
El también director del Centro de Competitividad del Maule subrayó que, de no ser posible alcanzar frutos de esta cosecha, si se espera obtener algunos principios activos que se usen en farmacopea humana o animal.
Fuente: El Centro