Al menos así lo planteó el ministro de Agricultura, Antonio Walker, quien en su reciente visita a Concepción cumplió una amplia agenda, que aparte de considerar reuniones con autoridades locales, también estuvo en terreno para ver el trabajo del campesino familiar y de la labor que se realiza en el centro de inspección de Cabrero.
En ese contexto conversó con este medio, al que comentó que existe un amplio espacio para crecer en la industria de la carne, con la cual apuestan a que se transforme en exportadora, sobre todo porque afuera se aprecia mucho la genética de la carne nacional, ya que al ser exportador se ganó la confianza de los mercados internacionales y “vemos que en la Comunidad Económica Europea (CEE) no estamos ocupando la cuota que negociamos para ese producto, ya que hoy solo estamos en 10% a 15%”.
Mucho Mejores
Hace unos días se reunió con el Parlamento de CEE, al que le hicieron ver este tema y aprecian que los precios internacionales de la carne son mucho mejores que los del mercado interno.
Por eso, el secretario de Estado prevé que el país será en un receptor de carne barata, proveniente de Brasil, Uruguay, Paraguay o Argentina, para transformarse en un exportador de una cara por su genética, que es una mezcla de Angus con Hereford, que es bastante pura y que en otras partes no hay.
Para lograr esto planteó que primero hay que recuperar la masa ganadera y segundo enfocar la carne a los mercados internacionales, debido a que el productor que está haciendo esto tiene un margen del 25% al 30% mayor que si vende en el mercado interno.
A juicio de Walker, la apertura de la carne al mundo fue gracias al vino, la fruta fresca y seca, por lo que ahora ven una tremenda oportunidad en Europa y Asia. “Nosotros venimos llegando y allá nos piden carne y fruta. Son buenas noticias, tomando en cuenta que este año aumentamos un 30% las exportaciones de carne y el ministerio quiere ser el mejor socio del emprendedor agrícola y la forma es mirar a los mercados internacionales”, apuntó.
Sobre el rol del Biobío en la carne cree que puede tenerlo, pese a que su foco es su aptitud forestal, que es muy potente, en que exporta más de US$ 4.100 millones y en el sector silvoagropecuario es la más importante seguida por O’Higgins, donde el aporte del sector forestal, es más o menos US$3.500 y el resto agropecuario.
Efecto Mitigador
Con esto están detectando que en cuanto a plantaciones y producción, la zona va a seguir con su curso normal, pero eso trae efectos muy importantes para Chile, pues al tener 2,4 millones de hectáreas de plantaciones principalmente de pino y eucaliptus, más 14,3 millones de áreas silvestres protegidas, hacen que todo este pulmón verde lleve a que el país tenga una agricultura que absorba más CO2 de lo que emite.
“Todo esto tiene un efecto mitigador del cambio climático súper relevante. Muchas veces la agricultura es vista como una depredadora, pero quiero resaltar este aporte del sector forestal y que hace que Chile, en su producción agrícola, sea un país que absorbe más CO2 del que emite, además de la producción de alimento”, recalcó.
Oportunidad
Pero eso no es todo, pues el titular la cartera de Agricultura ve que el sector lácteo también tiene un potencial con la exportación de leche en polvo, suero, quesos y mantequilla. “Con esto quiero decir que el área pecuaria también tiene una oportunidad que muchas veces la hemos descartado a priori y estamos orientando a las regiones que tienen aptitud a que hagamos lo que hizo la fruta hace 40 años”, expuso.
En cuanto al sector agrícola, señaló que ven muchas opciones en la fruta seca, como el avellano europeo, ciruelas deshidratadas y un grupo de nuevas variedades de fruta, como manzana, peras europeas, cerezas, los frutales menores como berries y frambuesas.
Ello porque, sostuvo, ven mucho más escasos los climas que tienen horas frío en el invierno. Todas las frutas antes citadas necesitan entre 700 y 1.200 horas frío en el invierno y hay muy pocas zonas del hemisferio sur que tienen esas condiciones. Por ende, hizo el llamado al Biobío es a aprovechar este ambiente, que le permite a estos productos.
Trabajo en equipo
Otra gracia de la Región, manifestó el ministro, es que sale del peak de la producción de cereza, que se produce en la semana 51 y 52, y Biobío puede cosechar en la semana 53, donde hay muy poca oferta. “Entonces es una especie adaptable. Por ende, como ministerio, aparte de ser socio de los emprendedores, debemos asociarnos, porque este partido se gana en equipo, debemos romper en individualismo de la agricultura chilena. Por lo tanto, el llamado de la cartera es asociarse o morir, porque el 90% de los productores son pequeños, tienen menos de 12 hectáreas de riego base”, detalló.
La asociatividad, recalcó, permite una masa crítica para tener menos costos, mayor escala para así tener un centro de acopio y así exportar para competir. Es así que están promoviendo el cooperativismo moderno para el siglo XXI, como el de Inglaterra, que es visto como un modelo de negocios y no como uno social, cerró.
Fuente: El Agro