Los buenos resultados de las nueces empujan el cultivo hacia nuevas zonas, como las regiones de Biobío y La Araucanía.
Clave en este proceso ha sido la incorporación de herramientas innovadoras como el Sistema de Alta Producción (SAP), método que, además de conducir el desarrollo de los árboles y potenciar su salud, nutrición y bioestimulación, permite adelantar la entrada en producción.
“La base de este sistema apunta a disminuir al máximo la intervención de los árboles -especialmente la poda-, con el fin de que estos puedan llegar a su etapa productiva lo antes posible”, afirma Jean Paul Joublan, asesor experto en frutos secos.
Si bien esta práctica fue pensado originalmente para darle una mayor competitividad a la producción de nueces en el sur, puede ser utilizado en cualquier parte del país y del mundo, explica Joublan, quien también ha desarrollado exitosamente el sistema en Francia, España y Portugal.
La poda, la clave
Una característica de SAP es una poda muy liviana, que permite un mayor nivel reproductivo, pues el árbol se concentra en producir fruta y no madera.
En el caso de los nogales, lo ideal es podar solo en los dos primeros años.
“Si no lo hacemos, lo más probable es que entre antes en producción y al poco tiempo su desempeño se vería comprometido”, advierte Jean Paul Joublan.
Por ello, la primera poda debe ser muy suave, buscando desarrollar la mayor cantidad de hojas, y la segunda, más intensa, para que el eje siga teniendo predominancia.
La recomendación es restringir las podas a partir del segundo año y solo realizar correcciones mínimas, dependiendo de que se logren los mayores crecimientos potenciales en el primer y segundo año.
Importante es que el desarrollo de la planta sea equilibrado, para lo que es fundamental un riego eficiente y planificado, y una fertilización intensa y equilibrada.
Lo mejor según Joublan, es que la implementación del SAP generará un beneficio económico que se hará evidente en el bolsillo del productor.
Fuente: El Agro