El Servicio Internacional de Adquisición de Aplicaciones de Agrobiotecnología (ISAAA, por su sigla en inglés) publicó un nuevo estudio sobre la situación mundial de los cultivos biotecnológicos y modificados genéticamente comercializados el 2017 que destaca sus beneficios sociales, medioambientales y económicos en todo el mundo.
El presidente del Consejo Directivo de ISAAA, Paul S. Teng indicó que los cultivos biotecnológicos ofrecen enormes ventajas para el medioambiente, la salud de las personas y los animales, y contribuyen a mejorar las condiciones socioeconómicas de los agricultores y del público en general.
“La reciente producción de cultivos modificados mediante biotecnología de última generación, como manzanas y papas que no se deterioran ni se dañan, la piña superdulce enriquecida con antocianina, el maíz con mazorcas de mayor biomasa y altos niveles de amilosa, y la soya con contenido modificado de aceite, combinados con la autorización para comercializar caña de azúcar resistente a los insectos, permite ofrecer más variedad a los consumidores y los productores de alimentos”.
El informe muestra que el área de cultivos modificados mediante biotecnología en todo el mundo aumentó 4.7 millones de hectáreas en 2017. El aumento se debe principalmente al incremento de las ganancias provocado por los elevados precios de las materias primas, la mayor demanda de los mercados, tanto locales como internacionales, y la disponibilidad de tecnologías para semillas.
India, Pakistán, Brasil, Bolivia, Sudán, México, Colombia, Vietnam, Honduras y Bangladesh, han aumentado las áreas de cultivos modificados mediante biotecnología, lo que le permite a los agricultores adoptar la biotecnología en la producción de alimentos.
ISAAA también informó que hubo mejoras en la disponibilidad comercial y en la plantación de frutas y verduras modificadas mediante biotecnología con beneficios directos para los consumidores.
En Chile, el doctor en Ciencias Biológicas y Director Ejecutivo de ChileBio, Miguel Ángel Sánchez, destaca que el estudio ISAAA viene a confirmar el aporte a la sostenibilidad de los cultivos transgénicos. “En 2016, la reducción de emisiones de dióxido de carbono relacionadas con los cultivos a partir de la reducción del uso de combustible y la captura adicional de carbono en el suelo fueron equivalentes a la eliminación de 16.75 millones de automóviles de las carreteras, gracias a la biotecnología, afirmó Sánchez.
A su vez, el experto destaca que según el informe “la adopción de cultivos biotecnológicos permite que los agricultores usen insecticidas y herbicidas de forma más estratégica para reducir así el impacto ambiental asociado con su uso en un 18.4% en las zonas destinadas a cultivos modificados genéticamente desde 1996”.
Fuente: Mundo Agro