Ramakrishna Mallampati, junto a otros investigadores de la Universidad Nacional de Singapur, desarrollaron un nuevo sistema para potabilizar el agua usando pieles de tomates y manzanas. Tras varios experimentos con distintas técnicas de tratamiento, se halló que las pieles de tomates y manzanas son materiales fácilmente disponibles y además bastante efectivos para purificar aguas y eliminar elementos contaminantes, como los iones de metales pesados, por ejemplo el plomo -ocho pieles de tomate podrían eliminar estos iones en una hora.
Si se tiene en cuenta que el tomate es un alimento muy consumido en todo el mundo (y que un 30% de su producción se consume como producto procesado), el desperdicio, como las pieles de tomate y otros elementos procedentes de la industria, podría ser reutilizado para la potabilización de aguas.
Para poder mejorar la capacidad de absorción de contaminantes de la piel de la manzana, el investigador aplicó un tratamiento de óxido de circonio. Con ello se logra que se puedan extraer del agua aniones como los fosfatos, el arsénico, diversos iones, ácido fosfórico, etc.
Fuente: Mundo Agro