Una primavera con temperaturas mínimas bajo lo normal y con precipitaciones bajo lo normal se prevé para Chillán, según reveló el Boletín de Tendencias Climáticas de la Dirección Meteorológica de Chile, que difundió este miércoles la Seremi de Agricultura de la Región del Bío Bío.
Según el informe, elaborado a partir de los últimos datos recogidos al 15 de septiembre y los modelos climáticos, las condiciones neutras o más frías se mantendrán, y las probabilidades de que se observe el fenómeno de La Niña llegan a un 62%.
Para Chillán, en el trimestre septiembre-noviembre, las precipitaciones debieran ubicarse bajo el rango normal de 117-212 milímetros de agua caída, así como también en Bulnes, cuyo rango normal es de 101-181 mm.
En cuanto a las temperaturas máximas, se indica que estarán dentro de lo normal (19,7-20,1 grados Celsius), sin embargo, las temperaturas mínimas en Chillán estarán bajo el rango normal de 6,3 y 7,1 grados.
Consultado el seremi de Economía, Rodrigo García, por los riesgos para el sector agropecuario de Ñuble que implican las menores precipitaciones, sostuvo que “los modelos para realizar los pronósticos son dinámicos, y a pesar de que todavía nos encontramos en condiciones meteorológicas normales, existe, según el modelo australiano, una proyección a que exista disminución de la temperatura, lo que indica alrededor del 60% de probabilidades que se presente el fenómeno de La Niña”.
Riesgos para el agro
En ese contexto, advirtió que existe “una mayor probabilidad de lluvias bajo lo normal”, por lo que explicó que “los mayores riesgos están en la agricultura de secano, que se ubica en la precordillera y el secano interior, principalmente debido a que no se puede suplementar el déficit hídrico con riego”.
García sostuvo que “no podemos adelantarnos a establecer los efectos en la agricultura, sin embargo, es importante que los agricultores dispongan de esta información para ajustar los sistemas de producción a las condiciones previstas. Por ejemplo, adelantar fechas de siembra y utilizar variedades de ciclos más cortos”.
No obstante lo anterior, añadió que “hay algunos rubros, especialmente los cerezos, muy sensibles a las lluvias de primavera, por lo que al ser bajo lo normal, se evitarían pérdidas”.
Según el boletín de precipitaciones de la Dirección General de Aguas, al 19 de septiembre habían caído 826,6 milímetros de agua en Chillán, lo que representa un déficit de 10,9% respecto de un año normal, aunque la cifra es bastante superior a lo que había llovido a igual fecha del año pasado (506,9 mm.).
Asimismo, el nivel del Lago Laja se encuentra muy bajo, pues este miércoles registraba un volumen de agua embalsada de 559,8 millones de metros cúbicos, un 38,8% menos que los 914 millones de m3 que tenía a igual fecha el año pasado, y un 83,2% menos que el promedio histórico de 3.328 millones de m3.
En el embalse Coihueco, en tanto, la situación es más favorable, con 27,4 millones de m3, vale decir, un 6,3% menos que a igual fecha de 2016 y un 4,6% bajo el promedio histórico.
Consultado por el déficit de 10,9% en las precipitaciones, García sostuvo que “con ese déficit, el inicio de la temporada de riego se podría adelantar”.
En materia de temperaturas, el seremi de Agricultura planteó que es difícil predecir los efectos en el agro. “Es importante destacar que no estamos hablando de heladas, sino de temperaturas bajo lo normal, por lo que es difícil predecir los efectos. Eventualmente, una menor temperatura se traduce en un menor crecimiento vegetativo de las plantas”, concluyó la autoridad.
Fuente: La Discusión