El trabajo ha sido publicado en la revista Plant Biotechnology Journal. En la mayor parte de las especies de plantas, el paso de flor a fruto no tiene lugar en ausencia de fecundación. Sin embargo, en determinadas condiciones, existe la posibilidad de que ocurra por otro proceso denominado partenocarpia.
“Bloqueando mediante ingeniería genética el desarrollo temprano de los estambres, los órganos sexuales masculinos de las plantas angiospermas, hemos generado plantas de tomate con esterilidad masculina. Los ovarios de estas plantas se desarrollan sin necesidad de fecundación, lo que da lugar a frutos sin semillas o partenocárpicos”, explica Concha Gómez‐Mena, investigadora del CSIC en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (mixto del CSIC y la Universidad Politécnica de Valencia).
El trabajo, que ha contado con la colaboración del Centro de Investigación en Agrigenómica, podría tener aplicaciones en el sector agronómico, ya que permite un mejor control de las cosechas. También podría resultar de interés para la industria del procesado del tomate, que se beneficiaría de los frutos sin semillas.
Fuente: mundoagro.cl