Para ello se han valido del uso de dos sustancias naturales: la betaína y el ácido linoleico conjugado (CLA). La betaína es un derivado del aminoácido glicina, y el CLA es un derivado del ácido linoleico, un ácido graso esencial. Los investigadores han usado estas sustancias como modificadores metabólicos por su capacidad de alterar el depósito de proteína y grasa en el organismo animal, disminuyendo el tejido adiposo.
“Estas propiedades son de claro interés para los productores de carne, pero también en nutrición humana donde, el sobrepeso es una plaga presente en todas las sociedades desarrolladas”, según Ignacio Fernández-Fígares Ibáñez, investigador principal de este estudio científico.
En ratones y ratas, los modelos usados con más frecuencia en investigación biomédica, se ha descrito que el CLA puede inducir resistencia a la insulina, inflamación del hígado e hígado graso.
Fuente: mundoagro.cl