Se trata de la no despreciable suma de 22 pequeñas lecherías que han debido cerrar forzosamente este primer semestre de 2017 tras no poder continuar con su operación productiva debido a los bajos precios que perciben por la leche, esto según lo confirmará el presidente de Aproleche Biobío, Darío Arévalo, en una reciente reunión sostenida con personeros del Ministerio de Agricultura en Santiago.
Arévalo, quien participó en conjunto con representantes de Fedeleche en la cita, detalló que en la Provincia el 90% de los productores corresponden al segmento de pequeños agricultores y actualmente representan el 10% del volumen que procesa el sector industrial en esta zona del país. Recordó que hace una década atrás, existían 1.200 productores y hoy quedan menos de 100. Cada año se cierran más lecherías y esto porque con el precio que reciben de los grandes procesadores no les da para sustentar el negocio, explicó.
Asimismo, el dirigente del gremio lechero de Los Ángeles advirtió que a pesar de que muchas de estas lecherías han contado con el apoyo de Indap se siguen igualmente saliendo del sistema. Este año ya van 22 lecherías cerradas, sino le ponemos coto a esta situación la producción de leche de la provincia y región quedará concentrada en muy pocas manos, afirmó Arévalo ante los representantes de la cartera de gobierno.
Diferencia de precios
En la cita explicó que algunos de estos pequeños productores están recibiendo alrededor de $ 170 por litro, muy lejos y por debajo del valor promedio informado por las cifras oficiales, lo que, a su juicio, amerita una actualización de estos indicadores.
En efecto, según cifras que reportar Odepa, para la región de Biobío se consigna un precio promedio de $ 232 por litro de leche fresca para el período comprendido entre enero y mayo de 2017 y de $252 en mayo. Esto es lo que nos está pasando y las cifras no lo reflejan, denunció el representante gremial.
Además, sostuvo que las actuales condiciones que disponen los productores tampoco han mejorado sustancialmente, pese a que en esta región se ha generado un déficit de leche fresca, el que asciende a casi a unos cuatro millones de litros entre enero y mayo. A pesar de aquello, la industria no puja por un mayor precio, ahondó Arévalo, quien ante una menor oferta de materia prima dijo esperar una respuesta distinta de los procesadores. Pero lo que hemos visto ha sido un aumento de las importaciones, lamentó.
La urgencia de apoyo concreto
En la oportunidad, el presidente de Aproleche Biobío solicitó apoyo, especialmente, para los pequeños productores a fin de que éstos puedan seguir adelante con su actividad, la que genera desarrollo económico y social para la provincia y especialmente en sus zonas rurales, según destacó. No solo debemos ser sustentables en nuestra operación, sino que además hacer frente a nuevas exigencias de parte de la industria y de regulaciones que se ciernen sobre nuestro sector productivo, puntualizó el personero, quien dijo esperar una mayor sensibilidad de parte de los poderes compradores de leche fresca y de las autoridades frente a sus dificultades.
Fuente: mundoagropecuario.cl