Expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), buscan conservar la carne mediante procesos físicos, lo que permitiría prolongar la vida en góndola del alimento por un lapso de 45 días, sin la necesidad de utilizar conservadores de origen químico.
La doctora Beatriz Estela Sánchez-Basurto González, quien lleva a cabo esta investigación, detalló que el método consiste en aplicar al alimento, previamente empacado al vacío, altas presiones usando agua. “De esta forma, la carne recibe altas presiones de manera uniforme. Por tratarse de agua, el alimento no sufre daños por sobrepresurización ni deformaciones”, informó.
Sánchez-Basurto explicó que aunque el método consiste en bombear agua hasta que el alimento se comprime, al terminar el proceso recupera su forma, no se afecta el color o la textura del alimento. Agregó que la presión isostática desnaturaliza enzimas e inactiva microorganismos que pueden ser tanto patógenos (detonadores de enfermedades), como agentes que descomponen los alimentos.
Fuente: mundoagro.cl