La industria busca controlar la plaga utilizando feromonas sintetizadas de la hembra de esta polilla, lo que sería una de las soluciones más inocuas y definitivas para esta plaga nativa de la zona central.
Actualmente la polilla de color dorado a afectado cultivos de frutales, como manzanos, perales, vid, nectarines y arándanos, en la zona central de Chile. Hasta la fecha ha causado pérdidas a la industria exportadora significativas, traduciéndose en aproximadamente 946.000 kilos rechazados en la actual temporada, de las cuales 171.000 kilos corresponden a nectarines, 165.000 kilos a manzanas y 126.000 kilos a arándanos, según cifras del SAG.
La Proeulia auraria es nativa de nuestro país y es de importancia cuarentenaria para mercados como EEUU, China y Europa, principales consumidores de nuestros frutales.
Debido a las consecuencias que ha provocado, la investigadora M. Fernanda Flores, de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), comenzó a ver opciones diferentes a los insecticidas empleados para combatir esta plaga. En la búsqueda de una solución más inocua es que comienza a ver la posibilidad de emplear estrategias de uso de feromonas para enfrentar la plaga.
Descubriendo la molécula de la feromona sexual de Proeulia auraria hembra, que hace posible atraer la atención del macho y, con ello, desorientarlo. La Pontificia Universidad Católica de Valparaíso junto con FIA desarrollaron la matriz –el cebo- que permite dosificar la liberación de la feromona sexual al ambiente, y hacer las evaluaciones de campo de los dispositivos desarrollados, con el apoyo de la Universidad de Chile.
Fernanda Flores indicó “los resultados obtenidos durante la investigación demostraron que es posible detectar específicamente esta plaga en los cultivos, utilizando un cebo de fabricación propia”.
Al respecto, Juan Carlos Galaz, ejecutivo de innovación agraria de FIA, explicó que las plagas en Chile están teniendo comportamientos erráticos, producto de los cambios en el clima influenciado principalmente por las altas temperaturas, “de estas iniciativas se desprende la efectividad y factibilidad técnica de la implementación de este método de control, más aun cuando el reciente descubrimiento de su feromona abre claras posibilidades de desarrollo en Chile”.
Asimismo, el profesional agregó que la matriz se aplicó en las zonas de Totihue y Nancagua, de las provincias de Cachapoal y Colchagua, zonas con más alta incidencia de superficie frutícola de la región de O’Higgins.
Para Tomislav Curkovic, ingeniero agrónomo y profesor de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Chile, especialista en manejo integrado de plagas y quien participó del proyecto, los ensayos demostraron que el mecanismo fue muy efectivo durante la temporada 2016-2017, teniendo amplias posibilidades que esta tecnología puede ser escalada a nivel comercial. “Lo más importante es que demostramos que esta especie es susceptible de ser manejada con esta tecnología. Eso no es algo que no está garantizado para todas las especies. En este caso, demostramos y dimos el primer paso para el desarrollo tecnológico que tiene que escalar y llevarnos a un producto comercial que esté disponible para los agricultores chilenos”, sostuvo.
Fuente: mundoagro.cl