La agricultura atraviesa por una fuerte crisis que incluso estaría llevando a los más pequeños a tener que vender sus tierras. Se trata de un rubro que está muy complicado, con una rentabilidad muy baja para la inversión que se hace. El agricultor tiene que vivir, invertir y seguir.
Así lo grafica la agricultora, médico veterinaria, empresaria y presidenta de la Junta de Vigilancia del Río Ñuble, Margarita Letelier: “Tenemos todo nuestro capital literalmente, tirado en el suelo, expuesto a inclemencias climáticas que son incontrolables y frecuentes y que si perdemos nuestras cosechas, perdemos nuestros campos, nuestra herramienta de trabajo. Por eso nos metimos en la política, aunque no soy política”, dice con la pasión que la caracteriza, quien postulará de candidata a diputada por la UDI, en el nuevo distrito 19 que está conformado por los antiguos distritos 41 (Chillán, Chillán Viejo, Coihueco, El Carmen, Pemuco, Pinto, San Ignacio, Yungay) y 42 (Bulnes, Cabrero, Cobquecura, Coelemu, Ninhue, Ñiquen, Portezuelo, Quillón, Quirihue, Ranquil, San Carlos, San Fabián, San Nicolás, Trehuaco y Yumbel) .
Agrega que el trigo hoy “no vale nada” y la remolacha está un poco mejor porque el dólar está algo más alto. “Poco lloramos para lo que arriesgamos, que es todo nuestro patrimonio”, dice y advierte que el 70% de los predios de la cuenca del Ñuble son inferiores a dos hectáreas y hoy a una hectárea de trigo no le saca más de $100 mil, por lo tanto, es apenas agricultura de subsistencia.
Y aunque coincide en que los berries (frambuesas, frutillas y arándanos) han surgido como una alternativa de cultivo más rentable para la agricultura, enfrentan una creciente competencia interna y externa en Perú y Argentina y, además son cultivos que requieren alta inversión.
Fuente: El Sur