“Es importante que aprovechemos este período de relativa calma para crear una política agrícola regional con base en las necesidades reales”, señala la directora de Fedefruta.
Las precipitaciones ocurridas durante el 2015 y mejores precios para la fruta de buena calidad han permitido a los fruticultores de la Región de Coquimbo tener un alivio durante la temporada agrícola 2015-2016, sin embargo, los efectos de la sequía aún repercuten en la producción regional. Así lo informó el Diario El Día tras consultar a la directora de Fedefruta y presidenta de la Sociedad Agrícola del Norte (SAN), María Inés Figari.
Los efectos de la escasez hídrica, se ven en la disminución de superficie bajo riego en los últimos cuatro años, que ha significado una baja del orden del 45% en la productividad agrícola de Coquimbo. Sin embargo, gracias a la necesidad de fruta en algunos mercados y un buen precio del dólar, los exportadores agrícolas lograron una mejor temporada que años anteriores.
María Inés Figari manifiesta que “hemos tenido una temporada con precios favorables para la fruta de calidad y un incremento en las dotaciones de agua por las lluvias del año pasado. Sin duda hay más optimismo, pero aun así, debemos seguir atentos a buscar una mejor planificación de la agricultura a largo plazo ya que la solución que tuvimos para el tema hídrico llegó por un fenómeno climático y no por contar con un plan a largo plazo para el desarrollo del sector”.
En este sentido, la líder gremial y empresaria recalca que “es importante que aprovechemos este período de relativa calma para crear una política agrícola regional participativa con base en las necesidades reales de los agricultores. Las soluciones no nacen a partir de reformas, sino de planificar juntos, a largo plazo, lo que queremos para nuestra agricultura tras las lecciones de una prolongada sequía cuyos efectos aún están presentes”, precisa.
Figari agrega que “aún seguimos esperando apoyo concreto del Estado, porque si bien hubo agua para producir, las deudas de arrastre no se han resuelto. No pedimos nada regalado, sino créditos de CORFO que nos permitan reprogramar deudas y contar con capital de trabajo, especialmente para los agricultores más pequeños que requieren retomar la actividad”.
Fuente e imagen: Diario El Día