Esto equivale a una superficie de 436,5 hectáreas de huertos de kiwis ubicados entre las regiones Metropolitana y Biobío.
Haber encontrado Psa en la Región Metropolitana esta temporada y en la región de O’Higgins el 2014 -zonas donde las condiciones ambientales son menos propicias para el desarrollo de la bacteria- pone en alerta a la industria chilena y hace necesario evaluar las medidas fitosanitarias vigentes y replantear las estrategias de prevención y control.
Desde que se confirmó la presencia de Psa en Chile, el 2011, hemos venido observando un aumento en la cantidad de huertos positivos, con un número cercano a los 50 por año. Del total de huertos positivos, el 90% de ellos están ubicados en las regiones Del Maule y Biobío, zonas que tienen las condiciones climáticas que facilitan la mantención del inoculo y se evidencian los mayores daños en las plantaciones. La superficie de kiwi verde positiva, considerando la superficie prospectada, alcanza en la actualidad el 20% de la superficie de kiwi plantado, mientras que la de kiwi amarillo casi duplica esta cifra llegando al 38%.
“El avance de Psa en las regiones de O’Higgins y Metropolitana, sumado a que se estima que la superficie afectada real, considerando la superficie de las áreas reguladas, pudiera superar el 40% de las plantaciones de kiwi, nos coloca en una situación de permanente alerta.” comenta Carlos Cruzat, presidente del Comité del Kiwi.
Durante el 2015 la Psa continuó extendiéndose en las regiones en las cuales se encontraba presente y avanzando a la Región Metropolitana, donde se detectaron tres huertos positivos. En esta última prospección se detectaron 49 nuevos huertos Psa positivos, totalizando 212 huertos con una superficie que representa 2.260 hectáreas. Esta temporada, en relación a otros años, la contaminación y el avance de la Psa fue más lenta. En la Región de O´Higgins, el incremento de la contaminación fue menor debido a las condiciones climáticas menos favorables para el desarrollo de la enfermedad, tal como están descritas en el modelo predictivo de Psa.
La contaminación a distancia, en tanto, hoy no solo se explica por la acción humana y el uso de herramientas infectadas con la bacteria, por primer año, tuvimos un caso asociado a vivero., situación que genera una nueva alarma y preocupación para la industria y la necesidad de reforzar la normativa vigente, explica Cruzat.
Otro tema importante que se observó esta temporada, es que los nuevos huertos positivos se encuentran en la mayoría de los casos, dentro del área regulada, es decir, dentro de los primeros 5 kilómetros, encontrándose la mayor parte de ellos en los primeros 2,5 kilómetros. Lo que corrobora, que la epidemiología de la bacteria descrita en los estudios iniciales realizados en Chile, es correcta. Es decir, los 2,5 km, son un buen modelo de alerta que predice que todos aquellos huertos que están dentro de los 5 km reglamentados, probablemente estarán infectados en un plazo de 1 o 2 años.
En esta prospección también se ha observado que la Región del Bio Bío ha alcanzado una mayor densidad de huertos positivos y la zona del Maule sur se encuentra prácticamente 100% contaminada, si se considera la superficie de los huertos afectados más los que están bajo el área regulada.
En el caso de Maule norte, se ve que la Bacteriosis viene avanzando gradualmente y particularmente en la zona de Curicó. En Talca y en O’Higgins sur, está ocurriendo lo mismo, pero con un avance más paulatino debido a que las condiciones agroclimáticas son menos favorables para la bacteria.
El resumen, los datos oficiales indican que a la fecha la superficie chilena contaminada con Psa bordea el 20%. Sin embargo, si se consideran los huertos ubicados dentro de las áreas reguladas, el 50% de la superficie total de Chile se encuentra bajo la amenaza directa de la Psa.
Este año, adicionalmente y de forma localizada, se vio una alta incidencia de tizón de flor asociado al complejo bacteriano, en el cual también participa la Psa y que fue generado principalmente por las condiciones primaverales de alta humedad relativa en los meses de septiembre y octubre, e influenciado también por un otoño más cálido, que permitió el desarrollo de las bacterias hasta muy tarde.
“Dado los eventos registrados y los cinco años que llevamos trabajando, hoy se ve la necesidad de proyectar la normativa a futuro, pensando en que ahora las decisiones que anteriormente se consideraban a nivel vecinal para la zona sur, probablemente deberían ser a nivel provincial o eventualmente regional, de tal manera de permitir que ciertos manejos o procesos productivos ocurran dentro de esas regiones. Por ejemplo, que el polen pueda ser comercializado dentro de ciertas áreas geográficas que ya se encuentran abiertamente en una etapa de contaminación masiva. También es necesaria una nueva normativa para los viveros en condición de producción, tanto para la etapa terminal de la planta como para los planteles madres.
Con respecto al control de la bacteria, queda de manifiesto a través de la observación en campo y los ensayos realizados, que proteger con cobres sigue siendo la mejor herramienta de control y que la higiene predial es fundamental, al igual que la higiene vecinal, provincial, regional y nacional.
Por su parte, Sandra Bustos, encargada de la Sección Vigilancia Fitosanitaria Agrícola del SAG, señaló: “Estimamos que la bacteria seguirá avanzando en su distribución territorial y hacia nuevas regiones productoras, dado que es muy difícil contener a fitopatógenos que tienen varias vías de dispersión, como es el caso de la Psa. Sin embargo, la apuesta del SAG es seguir fortaleciendo el control, en relación a verificar que las vías de mayor riesgo de dispersión estén cubiertas, comunicadas y conocidas, como los son el manejo intra-predial obligatorio en todos los huertos de kiwi del país, la producción de plantas sanas en los viveros, el establecimiento de nuevas plantaciones con plantas libres de Psa, entre otras, por lo cual esperamos modificar y reforzar la normativa de la plaga este año”.
“Los logros de este control oficial están fundados en el trabajo responsable que se ha desarrollado entre la industria y el SAG, con una estrategia de control diseñada en conjunto, con un marco legal que se fortalece anualmente, con el compromiso de la industria por asumir la estrategia. Lo anterior ha permitido ir retardando la llegada de Psa a los huertos de las regiones de O’Higgins, Metropolitana, Valparaíso, y evitando que provoque mayores daños, ya que el patovar que tenemos presente en el país tiene un potencial de patogenicidad mucho más alto que el que se ha observado a la fecha”, concluyó Sandra Bustos.
Uso de Plásticos
El uso de plásticos, en ensayos realizados sobre variedades amarillas demuestra una notable efectividad para recuperar la planta y convivir con ella, inclusive en huertos que tienen un alto grado de contaminación. “Los resultados a la fecha, obtenidos por las investigaciones que están en curso son muy promisorios. Su mayor restricción por ahora, son resolver algunas variables, como son: el alto costo de la inversión realizada, como administrar correctamente la polinización -ya que existen dificultades de vuelo de las abejas- con evaluar los requerimientos nutricionales que van a tener las plantas bajo esta condición, ver como se afecta la fertilidad de las yemas, y algunas detalles más vinculado a esto último, resaltó Cruzat.
Fuente: Comité del Kiwi
Imagen: MINAGRI