Ayer partió la segunda etapa de fiscalizaciones con una visita a la planta de Heredia Molinos S.A. de esta ciudad, cuya analista del laboratorio resaltó la baja calidad de los trigos recibidos durante esta temporada.
Solo observaciones menores de forma constató personal del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) en la visita que ayer desarrolló a la planta de Heredia Molinos S.A. de esta ciudad. La actividad, enmarcada en el reforzamiento de las fiscalizaciones del poder comprador de trigo anunciadas por el Ministerio de Agricultura, tiene como fin transparentar este proceso de comercialización.
Tras indicar que el recorrido por el recinto del Parque Industrial dio inicio a la segunda ronda de inspecciones desarrolladas en las 22 empresas que adquieren este cereal en la región, el director regional del SAG, Nicanor Cuevas, destacó que “estamos siendo garantes de que los precios que están pagando los poderes compradores se encuentren en función de la calidad del trigo que los productores están entregando”, comentó el personero.
En tanto, el seremi de Agricultura, Jorge Céspedes, señaló que la comercialización “es uno de los procesos poco transparentes, no tan solo en el trigo, sino que en la transacción de productos silvoagropecuarios. Lo que hacemos, desde el punto de vista de la calidad, es determinar las características de los productos y en base a eso llegar a un precio justo”.
CALIDAD
Cristian Moya, jefe de la planta de Heredia Molinos S.A., opinó que estas visitas son una buena medida y contribuyen a una mayor transparencia de las compras.
A su vez, Rosario Tapia, analista del laboratorio de ensayo de dicha planta, resaltó el alto flujo de camiones que han recibido este año y comentó que esta temporada bajó mucho la calidad de los trigos.
“El año pasado, a esta fecha habíamos recibido unos 20 mil quintales de trigo fuerte (sobre 30% de gluten) y esta temporada han llegado nueve o diez mil quintales”. Ello -acotó- implica que los productores reciban un menor pago por el producto que entregan.
Lo anterior, es constatado mediante análisis a las muestras, que consideran el gluten y la humedad, entre otros. Paralelamente, se conserva una contramuestra durante ocho días en una sala especialmente acondicionada.
Ana Cabrera, coordinadora regional de la normativa de muestra y contramuestra contemplada en la Ley N° 20.656, explicó que “ese es el plazo que tiene el productor para manifestar su disconformidad con el resultado del análisis de laboratorio y del poder comprador. Este segundo resultado podría dirimir una controversia”.
PROCESOS
La coordinadora del SAG precisó que en la fiscalización a dicha planta solo encontraron fallas de forma, susceptibles de ser corregidas rápidamente. Entre estas, mencionó que el agricultor debe saber si los valores expuestos en la pizarra son con o sin IVA.
“Esta empresa está bastante bien en comparación con las otras 22 fiscalizaciones, en las que hemos cursado 17 Actas de Denuncia y Citación (ADC) al día de hoy (ayer). Vale decir, se inició esa cantidad de procesos y los poderes compradores tienen la posibilidad de hacer sus descargos. Luego, el director del SAG y la unidad jurídica de ese servicio determinan las sanciones si corresponden, o de lo contrario absuelven”, dijo.
Dichos procesos fueron abiertos por no cumplimiento de la publicación de precios y condiciones comerciales a la vista del productor (pizarra); no contar con calibración de equipos de medición; no haber notificado al productor respecto del resultado del análisis; no entregar guía de recepción y anexos debidamente validados.
Fuente: Diario el Centro
Imagen: vivesanamentehoy.wordpress.com