El kiwi es, hoy por hoy, una de las especies cultivadas más importantes en Chile. Y es que con más de 9.000 hectáreas, nuestro país es considerado el tercer mayor exportador de este fruto del mundo, después de Italia y Nueva Zelanda.
Pero junto a la extensión de este frutal, también han llegado nuevas enfermedades dispuestas a golpear y afectar la producción nacional, especialmente la de la variedad Hayward, que es la más cultivada en el país.
La cancrosis de la madera y muerte regresiva de brazos, es una de las enfermedades más importantes en la actualidad para la producción de huertos productivos de kiwi cv. Hayward. Los síntomas externos se caracterizan por presentar plantas con cargadores parcialmente muertos sin producción de hojas ni frutos, en los que la necrosis avanza desde el extremo distal al basal, razón por la cual se le llama muerte regresiva. Muchas veces se le asocia además una deformidad y/o clorosis de las hojas de los brotes de los brazos enfermos.
Internamente, se forma una herida en donde se necrosan los haces vasculares, síntoma conocido como cancro de la madera.
En la actualidad, los esfuerzos de los fitopatólogos nacionales se extienden a profundizar e incrementar la información sobre la etiología, epidemiología y control de la cancrosis y muerte regresiva de los brazos del kiwi; y a identificar los principales agentes responsables de causar esta micosis.
El Dr. Gonzalo Díaz, fitopatólogo y académico de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Talca, comenta que en la actualidad trabaja en dos proyectos. El primero pretende proporcionar una claridad de los agentes fungosos asociados y abordar aspectos sobre la epidemiología y avances en el control. El segundo, en tanto, aborda el control químico preventivo en huertos de kiwis con heridas de poda y es desarrollado en el Laboratorio de Patología Frutal, perteneciente a la Facultad de Ciencias Agrarias. Aquí participa, además, el Dr. Mauricio Lolas, fitopatólogo y académico de la Universidad de Talca.
La cancrosis y muerte regresiva de los brazos en kiwi, se detectó en los años 90, cuando se logró identificar al hongo fitopatógeno Chondrostereum purpureum como responsable. Sin embargo, debido al aumento de la prevalencia y la severidad de la enfermedad durante los últimos años, se han observado otros agentes involucrados en su desarrollo. Por esto se cree que en Chile la enfermedad es causada por un complejo fungoso. Según la información de diferentes grupos de investigación, entre los que destaca el de Mauricio Lola de la Universidad de Talca; Mario Álvarez y Blanca Luz Pinilla del Inia; Bernardo Latorre de la Pontificia Universidad Católica de Chile; y Jaime Auger de la Universidad de Chile, los distintos hongos de este complejo participan en las diferentes etapas de la enfermedad.
Fuente: El Mercurio