Pese al buen desempeño que han mostrado las mandarinas W. Murcott chilenas en Estados Unidos, la cada vez mayor presencia de semillas en el interior de la fruta se está transformando en un hecho que a estas alturas comienza a incomodar en la industria. De hecho, fue esta situación una de las mayores determinantes para que buena parte de la fruta nacional en la última temporada se comercializara en una segunda categoría y no pudiera optar a los precios más altos del mercado.
Afortunadamente, dicen en el sector, existen algunas alternativas para enfrentar este problema. Una de las soluciones que aparece como más segura es apostar por nuevas variedades sin semillas, donde Tango es una de las más populares. Esta variedad, que nació en el seno de la Universidad de California Riverside en 1995, puede presentar —según sus creadores— una semilla cada 1000 frutos, es decir, en la práctica se encuentra libre de semillas.
Cabe destacar que Tango es producto de una irradiación de yemas de la mandarina W. Murcott —la más popular del mundo—, lo que le permitió conservar todos los buenos atributos de esa variedad.
Además propicia el concepto Beefriendly, gracias a que es la única variedad que no necesita matar o espantar abejas de los campos para no producir semillas.
Entre 2001 y 2004 se plantaron los primeros árboles de prueba de esta variedad y en junio de 2006 sus creadores obtuvieron la patente. Desde entonces en el mundo se han plantado más de ocho millones de árboles, transformándose en países como Estados Unidos en la variedad de mandarina más plantada.
Hoy, la licencia de Tango se encuentra en poder de Eurosemillas —empresa española de dilatada experiencia en el negocio de la representación de derechos— la que ha llevado a la variedad a diversos países del mundo como México, Perú, Uruguay, Argentina, Sudáfrica, España y China.
Su presencia en Chile
En Chile la empresa española, en conjunto a Agrícola Llahuén, su socio comercial, logró insertar la variedad en 2010, cuando comprometió la liberación de 1500 Has para que diversos productores pudieran plantarla previo pago de un royalty. Sin embargo, con el tiempo el plan original cambió. Así, la asignación de superficie final para nuestro país se fijó en 1000 Has, mientras que a Perú, país al cual originalmente se le habían destinado 1250 Has, se le entregaron 1750 Has. Desde Eurosemillas dicen que la decisión estuvo basada principalmente en que Chile, por circunstancias climatológicas, no puede desarrollar las hectáreas que el mercado internacional le está pidiendo.
“Solo por dar un dato: Sun Pacific, el mejor y mayor operador de cítricos de California —con más de 6000 Has de mandarina sin semillas—, está desarrollando un proyecto de miles de hectáreas en el hemisferio sur y después de dos años buscando agua en chile no ha podido pasar de 500 Has, por lo que ha tenido que abrirse a otras opciones distintas a Chile”, indica un comunicado enviado por Eurosemillas.
Fuente: El Mercurio