El fin es evitar la extinción de la pequeña agricultura en Chile. Después de vivir 11 años en Nueva Zelandia, donde estudió Manejo Sostenible de Suelos y Permacultura, Raimundo Labbé se instaló en Curanipe (Región del Maule), pueblo costero desde el que dio vida a «Huertas a Deo», una iniciativa que nace como un modelo alternativo a la producción y comercialización agrícola y que busca unir al campesino directamente con sus consumidores. «Creemos que una producción agroecológica, que incluye una diversidad de productos bien asociados, y creando una cadena alimentaria más local, podemos lograr hacer más rentable la agricultura mientras proveemos de alimento saludable a nuestros clientes y cuidamos el medio ambiente», explica Labbé.
El sistema de «Huertas a Deo» funciona cancelando una membresía mensual para que el agricultor cultive los productos que más tarde serán enviados a los consumidores.
Actualmente el servicio -que resultó ganador de los últimos premios Avonni- está disponible para Talca, Concepción y Santiago.
Fuente: El Mercurio