La uva de mesa, las cerezas y los arándanos, son los frutos que serán más exportados este año desde hacia mercados extranjeros
Taffe es presidente de la Junta de Vigilancia del Río Copiapó y ejecutivo de la exportadora Agrofruta. En unas tres semanas más, desde ese valle nortino deberían salir las primeras cajas de uvas de mesa de la temporada. Esas frutas serán la primera señal concreta que tendrán los agricultores chilenos de cómo viene la mano para las exportaciones frutícolas de la campaña 2015-2016, una industria que ya exporta casi US$ 4.000 millones.
En el mercado hay temor sobre la producción de Copiapó. En marzo, un aluvión arrasó con cerca de 700 hectáreas y, como si no fuera poco, en julio cayó una nevazón que botó varios cuarteles de uva de mesa en la parte más alta del valle.
“Va a haber una merma en la producción, pero no va a ser tan significativa como se temía. En el valle hay un replante de unas 500 a 600 hectáreas anuales de uva de mesa. Además, todos los problemas relevantes de riego de fruta de exportación se resolvieron. Los huertos caídos por la nevazón se han recuperado en forma parcial. Los agricultores de Copiapó vamos a salir adelante este año”, afirma Taffe.
El dirigente cree que, de las tradicionales 10,5 millones de cajas de uva de mesa, Copiapó pasaría a unas 9,5 millones a 10 millones de cajas en la temporada 2015-2016.
Los volúmenes que salgan de Copiapó son relevantes, pues como ha ocurrido en los últimos años una baja en la oferta tiende a “trancar” la venta, pues los supermercados de EE. UU., el principal mercado, le destinan poco espacio. Situación que se acentúa cuando llegan los grandes volúmenes de la zona central. Por eso la caída moderada del valle nortino hace prever una comercialización menos compleja de lo que se temía.
En todo caso, la demanda por las frutas que abren la temporada, como la uva de mesa, las cerezas y los arándanos, está muy fuerte.
“El consumo de Estados Unidos por fruta fresca está muy activo y se nota el mayor interés de las cadenas de retail. Además, la demanda de fruta en China es cada vez más fuerte, a pesar de las noticias de problemas bursátiles. Un ejemplo es el crecimiento de las exportaciones de arándanos a ese mercado, desplazando embarques que antes iban a Estados Unidos”, afirma Manuel José Alcaíno, presidente de Decofrut.
La única excepción a este positivo cuadro son los carozos, que ven cómo la suma de problemas en la calidad de la oferta chilena y las dificultades para ingresar a China, podrían provocar resultados mediocres o directamente negativos.
Uva de mesa, con buena demanda
Carlos Seemann Santos, de Agrícola La Islita, afrontará la cuarta temporada exportando directamente sus uvas de mesa desde Isla de Maipo, en la Región Metropolitana. No oculta su optimismo frente al inicio de la temporada.
“Los recibidores de fruta en Estados Unidos están muy interesados en cerrar programas con nosotros. La demanda es tan fuerte que solo podemos comprometernos a abastecer la mitad de sus requerimientos. A ellos les interesa mucho el modelo del productor-exportador, pues ven que se logra una calidad homogénea y buena”, afirma Seemann.
Con el cierre de la última feria de la PMA en Atlanta, Estados Unidos, que reúne a las cadenas de supermercados norteamericanas y proveedores de fruta, quedó claro para los chilenos asistentes el renovado interés de la demanda gringa.
“Es una mezcla de la recuperación económica y los programas oficiales de promoción de una dieta más sana. Aunque ya ocurría en años anteriores, este año el consumo de fruta está aún más fuerte”, advierte Manuel José Alcaíno.
En el inicio de la temporada de las uvas de mesa, también apuntala la venta de primores chilenos el que los stocks californianos de esa fruta sean similares a los del año pasado, refrendando una baja respecto de los promedios de las últimas temporadas (ver infografía).
Incluso, el fantasma de la oferta peruana podría aflojar esta temporada.
“El año pasado fue especial para los peruanos, porque el gran incremento de producción se asoció a una disminución de la calidad en la fruta del norte del Perú, lo que provocó una disminución fuerte en sus retornos. Es posible que estén más cautelosos en sus envíos y eso puede implicar una leve mejoría en los precios del inicio de la temporada, pero es solo una especulación. Por ello, se espera que las condiciones de inicio de la temporada de uva de mesa sean similares al año anterior”, afirma Isabel Quiroz, directora ejecutiva de iQonsulting.
Arándanos, con el camino despejado
Michelle Obama, la primera dama de Estados Unidos, está en una cruzada personal por mejorar la alimentación de sus conciudadanos. Uno de los puntos centrales de su batalla es aumentar el consumo per cápita de fruta. Por eso no dudó en divulgar su receta para hacer queque de arándanos. El berry se ha transformado en la fruta símbolo de la alimentación saludable.
Por eso, no extraña que la demanda en ese mercado por los arándanos chilenos suba todos los años. Y esta temporada no es la excepción. Con dos agregados relevantes. En primer lugar, la producción de Argentina, que sale antes que Chile, cayó cerca de 20% por heladas y granizos. En términos simples, eso significa que hay un mercado internacional más desabastecido que recibirá bien la llegada de la oferta chilena.
En segundo lugar, los importadores chinos se han mostrado muy activos esta temporada. Si usualmente Estados Unidos se llevaba cerca del 90% de las exportaciones chilenas de arándanos frescos, el año pasado bajó a menos del 80%, básicamente por las mayores compras de China. Todo indica que este fenómeno se acentuará en esta campaña, pues los consumidores de ese país valoran mucho los alimentos asociados a una buena salud.
En este panorama, los grandes ganadores son los productores de arándanos, que deberían gozar de buenos precios.
Ahora respecto de la alta volatilidad del clima y el susto por los daños de eventuales lluvias en primavera y verano, por el fenómeno de El Niño, Isabel Quiroz le pone paños fríos.
-Los arándanos son una especie de clima frío y lluvioso, por ello no habrá tanto impacto en las exportaciones. Los productores realizarán sus cosechas al ritmo de las posibles lluvias. Los pronósticos, al menos a 10 días, son muy certeros y se puede programar la cosecha, afirma la ejecutiva.
Carozo, jaque chino
Si en los arándanos China es una carta positiva, en los nectarines es claramente negativa.
Por años, la industria exportó a ese mercado nectarines blancos a través de Hong Kong. Era la forma tradicional de hacer negocios ante la falta de un acuerdo sanitario específico para ese fruto. El problema es que, en la última temporada, el gobierno chino decidió dar un golpe de autoridad y frenar cualquier tipo de llegada de fruta sin protocolo sanitario desde Hong Kong.
Los exportadores chilenos tuvieron que salir a repartir esa fruta en terceros mercados, poniendo presión a la venta de todos los nectarines. Lo grave es que esto sucede en un rubro, el de los carozos, en que la oferta chilena no da en el gusto de los consumidores internacionales, con fruta poco jugosa, además de problemas de madurez y sabor.
“Esta temporada estamos ante un escenario muy complejo en los carozos. América Latina, un mercado natural para los calibres más pequeños, está estancada. Estados Unidos y Europa prefieren los nectarines de pulpa amarilla y no los blancos. Va a ser una comercialización muy compleja”, afirma Cristián Allendes, de Agrícola La Hornilla.
Algo que se acentúa debido a que se proyecta un escenario de volúmenes normales a altos, porque los carozos, por ser de floración más temprana, no se vieron mayormente afectados por las lluvias de septiembre y octubre.
Por eso, los fruticultores de carozos ven con sumo interés que se concrete la visita de los inspectores del AQSIQ, el organismo chino equivalente al SAG, esperada entre fines de este mes y comienzos de diciembre, para dar el último visto bueno a las exigencias necesarias para un protocolo sanitario para el nectarín blanco.
Cerezas: temores en el volumen, optimismo en la venta
Cuando Patricio Espinoza recorre sus huertos de cerezos en San Francisco de Mostazal, en la Región de O’Higgins, nota que vienen con menor producción.
Las lluvias primaverales afectaron la polinización de esos frutales. Según su proyección, en las variedades más tempranas que tiene la caída llega al 30% del volumen proyectado.
Espinoza, en todo caso, es muy optimista respecto de la calidad, pues la menor carga por árbol tiende a reforzar esa variable.
Más al sur, hay que sumar las heladas invernales, que han mermado las producciones.
“Los huertos de cerezas vienen más livianos y la producción de Chile debería ser menor a la de la temporada pasada, incluso a pesar de los nuevos huertos”, afirma Cristián Tagle, presidente del Comité de Cerezas y gerente general de la exportadora San Francisco Lo Garcés.
Un ajuste importante de las proyecciones, pues hace unos meses se estimaba que esta temporada se podía dar un “cosechón” de cerezas con cerca de 30 millones de cajas, frente a las cerca de 20 millones de cajas de 2014-2015.
Manuel José Alcaíno, en todo caso, es más optimista sobre la oferta chilena, la que según él, de no mediar algún descalabro climático, podría rondar entre los 23 millones y 24 millones de cajas.
Un punto importante en la ecuación de los resultados, en todo caso, es que cada año entran en producción entre 1.000 y 1.500 hectáreas de cerezos.
Si hay visiones distintas respecto de la producción, en cuanto a las ventas no hay dos miradas.
“China, el principal mercado de Chile, tiene una demanda para toda la cereza de calidad que podamos enviar como país. Ese punto es mucho más importante que los volúmenes en la definición de los precios. Podemos obtener buenos retornos a pesar de que aumente nuestra producción”, afirma Andrés Ruiz, subgerente comercial de la exportadora Copefrut.
En tanto, Manuel José Alcaíno agrega que esta temporada dos cadenas de retail de Estados Unidos salieron a ofrecer programas de compras de cerezas con un precio asegurado. Esto implicaría un cambio de actitud de los supermercados de ese país, que han visto cómo China se lleva casi toda la producción cerecera chilena.
“Si bien los precios que paga China son más altos, sobre todo para la alta calidad, Estados Unidos se puede convertir en una opción muy interesante para la fruta que no tiene capacidad de aguantar bien los 35 días de viaje a China. La experiencia de la última temporada es que la fruta que llega mal recibe un castigo fuerte en ese mercado. Por eso, Estados Unidos puede ayudar a mejorar los resultados finales de las exportaciones de cerezas”, explica Alcaíno.
Hernán Johnson, de la Agrícola Sal Luis de Yalqui, agrega que, a pesar de la amenaza de lluvias que puedan dañar las frutas, con los años se ha mejorado el procesamiento de la cereza en Chile.
“Podemos apuntar a una buena calidad y condición de las frutas, pues en la actualidad hay maquinarias de selección en los packings mucho más sensibles que antes, además de un manejo tecnológico mucho más fino en los huertos”, concluye Johnson.