El estudio que reveló aguas de ríos Ñuble y Cato y en pozos aledaños en la región del Bío Bío tiene en alerta a la Seremi de Salud y del Medio Ambiente
El seremi de Agricultura, Rodrigo García, frente a la noticia de que una investigación encabezada por la doctora Mónica Montory de la Facultad de Ingeniería Agrícola de la Universidad de Concepción, que detectó pesticidas y productos veterinarios como Heptaclor, Lindano (Gama HCH), Alfa Endosulfan y Aldrin, todos de uso prohibido en el país, en aguas de los ríos Ñuble y Cato y en pozos aledaños, informó que su cartera, en forma coordinada con Salud y Medio Ambiente, están alertas para analizar las medidas que se puedan tomar en este caso
García manifestó que solicitó la investigación “a Mónica Montory, pero aún no la recibimos por lo que no nos podemos referir concretamente al estudio sin antes haberlo analizado”.
Añadió que “los plaguicidas ahí mencionados, como el Heptaclor, Lindano (Gama HCH), Alfa Endosulfan y Aldrin, están todos prohibidos para su importación, fabricación y uso en los suelos agrícolas tanto de la región como del país en general”.
Aclaró que en la zona el tema de los plaguicidas es debidamente controlado por las autoridades pertinentes. “Como ministerio y a través del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) estamos preocupados de fiscalizar que efectivamente este tipo de productos no sean usados ni comercializados en nuestra región. De hecho el SAG realizó 383 fiscalizaciones de uso de plaguicidas en la región, de las cuales 224 de ellas se hicieron en la Provincia de Ñuble. En cuanto a las fiscalizaciones de comercio de plaguicidas y fertilizantes el año 2014, se efectuaron 149 fiscalizaciones, 84 de ellas en la Provincia de Ñuble”.
El seremi recalcó que “adicionalmente a las fiscalizaciones del SAG, existen estrictos monitoreos e inspección a las frutas por parte de los mercados de destino donde Chile exporta y hasta el momento no hemos recibido notificaciones por residuos de plaguicidas originados de estas sustancias”.
Los pesticidas detectados en el estudio, precisó la autoridad, son compuestos persistentes (COP), es decir, tienen una vida media muy extensa, lo que significa que plaguicidas prohibidos y eliminados hace 20 ó 30 años aún podrían tener una mínima presencia en los suelos agrícolas, sin causar daños a la salud de las personas ni problemas en la agricultura. Su uso o tenencia en el país es multado con entre 5 y 150 UTM.
Consultada la presidenta del la Junta de Vigilancia del Río Ñuble, Margarita Letelier, sobre el tema, señaló que la investigación ha causado preocupación y que están a la espera de antecedentes concretos y oficiales de lo que ocurre con las aguas de los ríos Cato y Ñuble, para informar a los regantes.