Para proteger y alargar la vida útil de los alimentos, investigadores del INTA y del Departamento de Industrias de la Universidad de Buenos Aires desarrollaron una delgada película comestible antioxidante que se aplica directo sobre carnes, frutas, vegetales y quesos a fin de protegerlos del agua, del oxígeno y, en consecuencia, de la oxidación lipídica. Estos recubrimientos envuelven los productos y permiten controlar la difusión de gases con su entorno al tiempo que no modifican su color, olor y sabor, aunque sí mejoran su apariencia.
Así, “actúan como barreras al oxígeno y son activas como interfases antioxidantes”, aseguró la especialista del Instituto de Tecnología de Alimentos (ITA) del INTA Castelar, Carolina Pérez.
Las láminas se aplican directamente sobre la superficie de frutas y verduras mínimamente procesadas, carnes y derivados, y quesos mediante el agregado de una solución liquida formadora de película, o por aplicación con un pincel, por pulverización, inmersión o fluidización.
Fuente: Mundo Agro